Realitys Shows de cocina.


Creo que la mayoría hemos crecido viendo programas tales como pesadilla en la cocina, Hells kitchen y otras tanta por el estilo, y creo que a la mayoría les gustan, y no tengo nada en contra de estos realitys shows, me gustan a nivel programa, ver la presión de las personas y como mientras más confiados se sienten más dura es la caída,  y vamos, lo mejor es escuchar a Gordon Ramsey decir ¡Váyanse todos a la mierda!, por eso funciona, pero a nivel gastronomía es otra cosa.

En México no hace tanto se estrenó Master Chef México, cuando vi la noticia tuve una gran emoción y cuando acabo solo me sentí decepcionado, entiendo que para muchas personas es una gran oportunidad de sobresalir y también acepto el que se quiera difundir la gastronomía mexicana y el turismo, pero al ver los platillos de los concursantes y los argumentos (exagerados) de los jueces, solo digamos que no me agrada tanto la idea.

Sé que la comparaciones son baratas, pero, en otros “Master Chef” del mundo es algo totalmente distinto, tanto a nivel técnica como a nivel visual, esto se parce más a una novela, donde hay riñas, problemas y finales felices (y predecibles).
  
Pero no todo está perdido, pese al drama, realmente podemos aprender algo de estos programas,  uno de mis favoritos fue Knife Fight (Guerra de cuchillos), recuerdo que no había visto nada parecido, la premisa es básica compiten con platillos y los evalúan algunos jueces pero el premio solo es la honra de haber ganado.

 En general los realitys shows funcionan para lo que son, entretener, y es más que obvio que siempre existirán unos mejores que otros,  sin embargo, vale la pena ver algunos por lo que se puede aprender y otros para saber lo que no se debe de hacer.




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