La comida más que una necesidad es una solución.

Durante mi tiempo estudiando gastronomía me di cuenta de 3 cosas fundamentales, la primera es que en la escuela te pueden enseñar teoría, técnicas y recetas, sin embargo, no pueden enseñarte a entender la comida, lo sé, ahora se preguntaran ¿Cómo se debe entender la comida?, para esto es necesario el punto número 2…

… hace casi 5 años que me propuse a estudiar gastronomía, todo esto debido al sueño que tenia de convertirme en un gran chef, alguien muy reconocido y adinerado, como fue pasando el tiempo entendí  que la cocina no está para hacerte famoso y adinerado, sí, hay chefs muy reconocidos  y con una gran fortuna, pero, eso no lo hace la cocina, lo hace la inversión.
Lo que si hace la cocina es amar los insumos, cuestionarte su procedencia y la historia que los llevo a estar donde se encuentran en ese momento y entonces, de esta manera entender la fuerza que tiene la comida.

Entonces, en el punto número uno tenemos que una escuela de gastronomía no te enseña a entender la comida, en el punto dos, que para entender la comida hay que amar los insumos con los que trabaja y el punto número tres no es otra cosa que dejar de ver a la comida como una necesidad y plantearla como una solución.
Por solución me refiero al poder que ejerce en la sociedad.

Me explico, sabemos que la comida ha sido fundamental en el desarrollo del ser humano, satisface el hambre, jerarquiza y divide culturas, pero, en los últimos 30 años ha ido más lejos,  ya no solo comemos para satisfacer un instinto primitivo, sino, para experimentar nuevas sensaciones, lo que en un principio parecía absurdo ahora es todo un imperio y este imperio me gusta y mucho… la comida a traspasado los límites que alguna vez existieron, ha ido por todo el mundo cargando un estandarte de conquista.

Y ahora puedo asegurar con suma firmeza que la comida es la solución casi a cualquier problema, a mí me funciona, y creo que a la mayoría de personas que conforman este pequeño mundo, porque el comer es mi parte favorita del día independientemente de lo que coma, así me puede hacer feliz una hamburguesa con queso extra, un tamal del puesto de doña “pelos”, un platillo de un buen restaurante, hasta la comida que suele preparar mi abuela donde la experiencia principal es el picor… no digo que se deba comer solo por comer, digo que se debe comer por curiosidad e inspiración, y no solo comer, también cocinar, regreso al primer punto, quizás te sepas de memoria todas las bases de la cocina francesa y tengas un excelente sazón, pero, si tus platillos no tienen una razón de ser, una identidad o un criterio solo son ingredientes cocidos y mezclados.

Admiro enormemente a todos aquellos cocineros que buscan realizar cosas nuevas, que se equivocan y en vez de rendirse siguen adelante hasta quedar satisfechos, ese es el poder de la comida, el poder de prepararla y el poder al comerla.

-Luit Pold.